Es difícil elegir las palabras adecuadas para retratar una realidad que quizá solo existe en el mundo de un tal Antony Hegarty, una suerte de paraíso que nace cada vez que este músico inglés se anima a cantar. Su voz ataca directamente a los nervios, conmocionándolos, volviéndolos frágiles y vulnerables; los acaricia lentamente hasta que, de pronto, los altera sin anestesia. Cuando despiertes de la experiencia Johnson, algo habrá cambiado: te sentirás más sensible y estarás adormecido por unos momentos; quizá no te hayas dado cuenta pero el sol habrá salido y por al menos un par de días serás una buena persona. Así me pasó.
Yo tuve la suerte de experimentar tal catarsis a través de uno de los himnos más reconocidos de la banda: "Hope There's Someone". Parecía que en el mundo no existiese más que un hombre y su piano, pues, en ese instante, nada más valía la pena. Ambos, tan cómplices, supieron hacerme llorar, y, mientras temblaba, tratando de callar mis lágrimas, agradecí. Los superpoderes sí existían. Luego de escuchar el tema antes mencionado ya no había marcha atrás, seguiría el disco completo y, con él, ese fenómeno ocasionado por Jean-Baptiste Grenouille y su perfume. Este se llamaba I'm a Bird Now y en él se confundían llantos de melancolía y felicidad, con temas que conmovían tanto por la pena intensa con que eran interpretados como por la esperanza que transmitían. Los había tristes y dulces, y la impresión que causaron fue muy fuerte.
Antes de que me llames exagerado, te someto a la prueba. Se llama Thank You For Your Love y es el EP previo al cuarto álbum de los ingleses, el cual llevará por título Swanlights y verá la luz recién en octubre. El adelanto contiene cinco temas, dos de los cuales son covers de Dylan y de Lennon, respectivamente: "Pressing On" e "Imagine". Ambos pudieron haber estado mejor, sobre todo "Imagine", pero lo que en verdad destaca, a mi parecer, son las otras tres canciones. Ellas muestran las dos facetas de los Jonhsons: alegría en "Thank you for love me"; tristeza en "My Lord my Love". Ambas cumpliendo el mismo objetivo del I'm a Bird Now: conmover o morir.
Los dos meses que faltan para la llegada del nuevo disco estarán cargados de ansiedad y un temor ya bastante conocido pues, de seguro, la historia narrada a inicios del post se repetirá. Ni modo pues, mis nervios tienen los días contados antes de ser sometidos una vez más a ese placentero martirio llamado Antony and the Johnsons. Por suerte contamos con un EP para ir preparando el terreno.
LO MEJOR DEL DISCO:
MY LORD MY LOVE
La descarga se encuentra disponible en el Facebook del blog.
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