Hola posesos, "Del Rock y otros demonios" ha cambiado de cara. Luego de un buen tiempo escribiendo reseñas, me di cuenta de que más que hablar de los aspectos técnicos de la música lo que realmente disfrutaba era hablar de lo que ella me producía. Gracias a ella he creado historias, paisajes, personajes, vidas, y es de esto de lo que quiero hablar siempre, no de la música en sí, si no del siguiente paso, de lo que ella me hace sentir, de lo que me transmite. De la No Música. Esto es lo interesante, que la No Música es distinta cada vez, porque cada uno la define con sus recuerdos, con sus vivencias, con lo que siente en cada nota, en cada acorde. La No Música no depende de virtuosos músicos, ni de los más perfectos instrumentos, pues el alma no se conmueve con perfección, sino con sinceridad. La No Música no conoce género, pues la emoción está en todos lados, con guitarras o sin ellas, con baterías o cajones, con sintetizadores o con flautas, con todo y con nada.
Los demonios de "Del Rock y otros demonios" han finalizado su posesión y ahora hablan por nosotros. Sintamos antes de pensar, dejemos que los sentimientos y los impulsos salgan a flote; hagamos catarsis, liberémonos. "Del Rock y otros demonios" cambia de cara, pero no de esencia; esta esencia seguirá viviendo en "No Música", un espacio donde todos estamos invitados a compartir lo que llevamos por dentro. La música es el medio, la no música es el fin.
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