Tres años tuviste que esperar para probar nuevamente la desquiciada magia del dúo estadounidense más hype de nuestros tiempos, la fiesta de colores que unos tales Ben Goldwasser y Andrew VanWyngarden empezaron en el 2007 y que continúa hasta nuestros días. ¿Tendrá fin? Es improbable, amigo, sobre todo después de Congratulations, donde ese par de ingenios musicales dan cátedra a todos los pichiruchis musiquillos acerca de qué es hacer psicodelia, pero hacerla bien. MGMT señores, arrodíllense y venérenlos.
El "oráculo más espectacular" que el indie nos ha regalado a los melómanos nos hizo voltear las cabezas hacia unos principiantes que empezaban a dar señas de que no lo serían por mucho: "Electric Feel", "Kids" y otras piezas de igual clase les valieron a los estadounidenses una nominación al grammy y la nominación de todos los Licenciados, Doctores y PhD's en Música a mejor artista de -por lo menos- su año. Debutando y sorprendiendo, nos dejaban con el mp4 cargado de electropop fresco; ahora, el dúo más dinámico desde Batman y Robin te obliga a hacerle más espacio en tu recargado artefacto, los gigas solo pueden contener lo que a continuación te muestro.
Primero, debes ser precavido: "There definitely isn't a 'Time to pretend' or a 'Kids' on the album. We've been talking about ways to make sure people hear the album as an album in order and not just figure out what are the best three tracks, download those and not listen to the rest of it". Si pensabas hacer eso, MGMT ya no es más para ti ni este post tampoco; mejor anda juega Farmville o entra a cholotube.
Segundo, despierta a tus tres neuronas y despeja tu mente: "[...] frenetic, brief psych nuggets [...] echo-drenched mini epic tendencies [...]" (NME)
Tercero, disfruta:
IT'S WORKING
SONG FOR DAN TREACY
De entrada podemos notar que los MGMT han preferido guardar en su colorido baúl ese pop divertido que atrajo a tantos para dar paso a guitarrescas melodías, más aceleradas y hechizantes: psicodelia en evolución. En el segundo tema que les propongo, alrededor de los cuarenta segundos, se puede notar algo que nunca antes se había escuchado en terrenos del par gringo: unos sonidos que el teclado encadena velozmente para formar esa tonadita psico-surf propia de la familia Munster o de alguna otra igualmente embrujada, elemento que me da en el clavo de la satisfacción y hace que pueda olvidar por un segundo la portada tan ridículamente desmerecedora que se eligió para el LP. Las portadas siempre son un detalle que no dejo pasar pues son el mejor termómetro de lo bueno qué puede ser un disco; sin embargo, este caso es la excepción, quizá la única que haya visto. No importa, aun así Congratulations me va conquistando poco a poco, pero quiero más... ¡Escúchame Goldwasser! ¡Dame el gusto VanWyngarden!!! :
BRIAN ENO
PERDONEN LA PAUPÉRRIMA CALIDAD!!
Descrita por ellos mismos como una canción vampírica y descrita por mí como la mejor canción del disco entero pues resume lo que MGMT quiso ser en esta nueva aventura, Brian Eno le hace honor a ese grande de los teclados, miembro de la leyenda Roxy Music y gran innovador musical. ¿Cómo dudar de que será un gran tema si lleva el nombre de tremendo ícono? ¿Cómo no cautivarse por ese orgasmo de teclas blancas y negras, esa locura, la paranoia...? Algún día me subiré a un escenario y no haré más que rendirle homenaje a Brian Eno:
" ...the prophet of a sapphire soul, presented through creative freedoms... we're always one step behind him, he's Brian Eno... "
Él esbozará una sonrisa...
Es un disco que vale por ser eso, un disco, y no canciones sueltas que se te pegan, y se te pegan, y se te pegan, y se te pegan... Los muchachos sencillamente quieren hacer algo y lo hacen, y lo hacen sin tener que desprenderse de su piel y adoptar un disfraz, ellos harán lo que deseen pero siempre serán el par que un día llamaron nuestra atención: la esencia permanece pero la madurez les va llegando. Son esos amigos que dejas de ver un buen tiempo y que cuando te los encuentras, llenos de piercings, con dreads, emos o góticos, te das cuenta de que por dentro son los mismos. Mira un ejemplo:
I FOUND A WHISTLE
Ahora, satisfecho poseso, es tiempo de la despedida. El ocaso del disco llega, diciendo adiós a todos los fanáticos de los dos más voceados del momento, con esa palabra que muy bien podría estar saliendo de nuestros labios al finalizar la escuchada: Congratulations. Felicitaciones, MGMT, lo hicieron de nuevo.
Me despierto un lunes a las 6 de la mañana, me levanto a regañadientes a las 6:30, me aseo, desayuno y alimento a mi morral incaico con un grueso cuaderno de cuadriculadas hojas vacías. Cojo un wafer, mi agua de caño embotellada, un beso a mi madre, otro a mi tía y salgo de mi hogar; tres cuadras me separan del monstruo de mil cabezas que habrá de trasladarme a la universidad. El cielo está nublado, la gente, con cara de pocos amigos, acelera el paso para cumplir con sus rutinarias labores, claxons prepotentes, bestias al volante, un festín de aromas y un sauna para llevar: un día común en nuestras limeñas vidas. Dentro del tranpsorte público no tengo por qué agarrarme de los pasamanos, la presión de unos cuerpos contra otros es la mejor garantía contra la gravedad, dejando mis manos libres solo para un par de cosas: ponerme los audífonos y presionar ese mágico botón "Play" que puede salvarme la vida. "A ver pashaje pashaje, flaco, pashaje", "No jodas, ¿no ves que tengo las manos ocupadas?". Hoy es un día normal, pero yo voy a hacerlo intenso, decía un músico colombiano. ¿Tú vas a hacerlo intenso, Juanes? Ni cagando. Jónsi lo hará.
Ya estoy cruzando la Javier Prado y el día empieza a cambiar. El "doremi" que emanan mis audífonos va pintandoel cielo; de pronto, la gente empieza a sonreír, todos son amables! (menos el chofer y cobrador, claro), el aire se colma de Givenchy y Dior, el vehículo empieza a refrenar sus asesinos impulsos y cede el paso a otros y, finalmente, Radio Moda te mueve! tendrá que esperar un poco más, pues Go ya se apoderó de los sonidos. El cielo ya no mostraría más su negruzca capa, el sol me saluda y el portero también, entro a mi centro de estudios con la más optimista de las actitudes: será un gran día. Y todo gracias a un islandés de impronunciable nombre que apostó por la alegría.
Jón “Jónsi” Þór Birgisson, frontman de la aclamada Sigur Rós, toma una guitarra, un arco de chelo y un sutil falseto para entregarnos el más movido de los pops barrocos, poniendo una (¿breve?) pausa al ya clásico tristón. Triste y dulce no existe más, dulce y dulce suena mejor. El violín y el piano de este loable género al fin se animan a reír un poco y llevarnos de la mano por un bosque lleno de conejos con grandes relojes, sombrereros locos y árboles con carita feliz: es la felicidad pura. El segundo material de estudio de Jónsi definitivamente posee (por si no entendiste mi rollo de las combis y los cielos color panza de burro) un gran espíritu esperanzador y hasta motivador, que contagia esa energía a todo aquél que lo escuche; nos hace creer que somos capaces de lograr todo lo que queramos y que, tal como lo representa la carátula del disco, por más blanquinegros que podamos vernos por fuera, siempre podremos sacar un poco más de color de nuestro interior. Si tú has escuchado Sigur Rós, habrás probado ya una buena porción de lo que te hablo, pues esta banda, con su post rock y su ambient, arma escenarios gratificantes también, llenos de paz y esperanza; pero, si de ser sinceros se trata, no podemos negar que su música te conmueve y te llena no a la primera ni a la segunda escuchada, sino a la última. Es un poquito más difícil de asimilar y, aunque produce el mismo efecto, lo hace de una manera distinta, ya que el hecho de no tener voces hace que nuestra imaginación quede sin la más mínima atadura, siendo capaz de crear sus propias historias al no haber letras que nos cuenten una: las canciones son nuestras. Si no tienes el valor de aventurarte a un disco de los Sigur Rós y te gusta que te den la comida masticada, bueno, Jónsi es para ti, claro, no en el sentido literal, pues el músico de 34 años ya tiene novio. Si te encantan las comparaciones y deseas otra, pregúntale al casi tan vivaz Owen Pallet.
A mí me parece que es más fácil conmover con una canción que alegrar con dos y tengo bastantes ejemplos para argumentar mi postura, pero, vamos, ¡quién dijo que Jónsi se iría por lo más fácil! En serio recomiendo este disco a todos esos espíritus alicaídos que necesitan una rápida dosis de endorfinas de vez en cuando, sobre todo cuando la mamacha naturaleza se olvide de colorear su cielo. También es la mejor forma de aguantar las 3 horas que tendrás que verle la cara de lápida a ese querido profesor, créeme.
"We should always know that we can do everything. Go do, you'll know how to Just let yourself, fall into landslide"
TORNADO
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La Mente es un grupo, bastante peruano, sumido y sambullido en las calles del Perú, tocando temas étnicos en general, recordándonos que este país no solamente es Lima, que nuestro país de costa a selva desborda talento y solo faltan oportunidades y apoyo. Critican la discriminación y el mal uso de nuestro recursos, la televisión estupefaciente, que intenta manipularnos y sumirnos en la ignorancia, una modesta y pacífica batalla contra el sistema!Es una lástima que a veces su mensaje no sea entendido o muchas veces sea mal interpretado.
Músicalmente, La Mente se denomina a sí mismo como "electropical", un término que surge de la mezcla entre, reggae, cumbia, ska y electrónica.
La Mente regresa al Sargento Pimienta este viernes 19 de marzo, con sus ya conocidas y reconocidas fiestas de la mente! Esta banda en vivo arrasa hasta con el más incrédulo, es imposible no sumirse a su poder, una vez que sale al escenario todo queda en segundo plano, solo importa saltear, gritar y corear esas frases precisas que critican cosas que tú también compartes! Poguear de vez en cuando ¡¿por qué no?! Irradian energía. Si no has sido parte de esta verdadera fiesta... qué esperas? Y por si no te convenciste de que debes ir, acá te dejo un video!
Esta es la promoción de la fiesta de la que ya les hablé, nuevamente con una divertida parodia:
De Inglaterra, como casi todo lo musicalmente bueno, Bonobo tiene el honor de añadir a la lista de géneros rockeros, independientes, poperos y ahora último, electrónicos que este blog ha promocionado, una nueva etiqueta: downtempo. Yo no sabía qué fuck era esto y, aunque su servidor se jacta de haber completado su avanzado en inglés en un instituto de renombre, más allá de "un tiempo más lento" no pude llegar a inferir. Yo solo me preocupé por describir al Black Sands como mejor pude antes de aventurarme a buscar el significado de dicho término y, vaya sorpresa! coincidí perfectamente con la acertadísima definición que cierta maravillosa enciclopedia web (Wikipedia) mostraba en sus páginas. Claro que no te lo pondré tan literal, si quieres saber qué es el downtempo, tendrás que perforar mi post completo en tus "un tiempo más lentas" neuronas.
El disco que les ofrezco hoy amplía la ahora costumbre del blog de postear electrónica, pero a diferencia de la psicodelia y la fiebre multicolor de sus anteriores exponentes, ahora te traigo electrónica en otra presentación: batida con trip hop. Veamos, coge esa pista de fondo que toda pieza electrónica usa, la tienes? sí, esa es, la repetitiva que nunca acaba; bien, una vez la hayas ubicado, añade fuertes líneas de bajo, y, finalmente, agrega lo que te de la gana, nada tan fácil como eso. Así es Bonobo señores, así es el Black Sands: simple y minimalista, pero a la vez experimental y divertido, agregando capas y capas de nuevas sonoridades salidas de prácticamente cualquier parte, manteniéndonos siempre a la expectativa de con qué inesperado aparejo hará mutar a la monotonía lineal de la conocida pista. Puede ser saxofón, violín o teclados, y si estos se cansan y los dedos pesan, cualquier cosa es válida para crear música: puede ser un silbido o lo que parece ser un choque de cucharas en una taza, un chasquido de dedos o un ligero gemido. El mentado disco apenas tiene voces (en 3 temas, a cargo de Andreya Triana), pero, vamos, quién las necesita con todo lo antes descrito, donde vientos, cuerdas y botones emiten palabras más convincentes que alguna de las más afinadas voces. La teoría entra mejor con ejemplos, no?
EL TORO
WE COULD FOREVER
ACÁ, ESOS CHISPAZOS DE REPENTINOS CAMBIOS INSTRUMENTALES NO SE MUESTRAN TAN PRESENTES PARA QUE LA VOZ DE TRIANA SE DESTAQUE MÁS. VÁLIDO TAMBIÉN.
Una reunión con tus amigos, un par de tragos y un bonito departamento, luces tenues, conversación amena y Bonobo. Más específicamente, Black Sands. Es el perfecto chill out que puede desempeñar el papel de buena música de fondo, pero también puede acaparar tu atención y hacer que tu conversación tan amena se torne en una seguidilla de preguntas acerca de quién es ese artista, de dónde viene y a qué dedica el tiempo libre; puede ser uno u otro, uno no sabe qué esperar. Y eso es lo que llamó mi atención casi instantámente del cuarto trabajo del músico inglés: esa inesperada naturaleza que el Black Sands revela sin discreción. Si aún no te convenzo, Bonobo lo hará por mí, a ver si te esperabas esto:
Yo tenía la idea que la electrónica era de lo más monótono y que cualquier hijo de vecino podía ser DJ, machucando unos coloridos botones y mareando grandes discos con pose atolondrada; uno hasta podía predecir qué sonido vendría luego del "uts uts" que escupía el sintetizador -otro "uts", claro está-, pero encontrarme con Caribou y luego con Bonobo es una clara señal que el dios de la electrónica me está enviando: no todo es lo que parece. Si esto es la electrónica, mátame, Señor, que no sé dónde rayos estuve todo este tiempo.
P.D.: La carátula del disco es una de las mejores que he visto en lo que va del año.
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Sí, lo tengo que admitir, la electrónica en su más pura expresión no es mi fuerte y seguro tú, asiduo lector, te habrás dado cuenta al ver que los posts que llevan este género por delante no abundan. Admito también que en aquellos tonazos rompesuelo a los que suelo ir (muy de vez en cuando), prefiero quedarme sentado antes que servir de ejemplo de cómo no se debe bailar la electrónica (si es que se baila); pero la cosa hubiera sido diferente si en esos tonos trasnochados me hubieran puesto Caribou.
Parece que está de moda tener alter egos, pues Caribou solo es una de los apelativos para Daniel Victor Snaith, también autodenomiado Manitoba. El casi esquizofrénico músico proviene de la escena indie canadiense, el "hot spot" norteamericano, y por ende, no podía ser un simple mortal; con cuchucientos mil discos en su haber (o 19 si prefieres obviar mi exagerada descripción), Caribou ofrece electrónica bien amalgamada con dream pop, dosis altas de psicodelia y una voz shoegaziana, armando de esta manera atmósferas bastante apreciables. De su amplia trayectoria discográfica, solo su último trabajo, "Swim", ha llegado a mis oídos y, si bien algunas canciones me transportaron a los no queridos por mí raves, otras me pusieron a mover mis flacuchentas piernas al son de ese drum kit. La mejor testigo de esto es "Odessa", canción que me dejó boquiabierto: definitivamente la más fuerte del disco:
Este tema tan lleno de energía y locura me hizo querer a la electrónica un poquito más y pensé por un momento que, finalizado el disco, cabía la posibilidad de renombrar el blog: "De la Electrónica y otros demonios", pero, bah, sería mucho trabajo; además, Odessa había puesto la valla muy alta para lo que podía esperar del decimonoveno long play del canadiense, y, finalizado el electro-viaje, me di cuenta que ningún tema pudo superarla. Muchos estuvieron cerca, como "Sun", donde a falta de palabras (sun es la única que se escucha), sonidos:
"Leave House"
y "Hannibal"
Esta última no es la perfección vuelta música, pero, ¡coño!, esa tonadita del inicio es tan pegajosa!! Haciendo un esfuerzo por no rendirte y taraearla, te podrás dar cuenta de que la gama de pequeños ruiditos y sonoridades es sencillamente infinita. ¿Qué? ¿Cómo que no te das cuenta? Bueno, bueno, te doy una última oportunidad:
Si bien este tema no sobrepasó lo que Odessa me hizo experimentar, tiene el orgullo de posicionarse a su altura, pues reafirma indudablemente que la tripartita mente de Caribou no es sino una caja de pandora. ¡¿Cómo puede caber tanta música en una sola cabeza?! Teniendo notas musicales por neuronas: "I'm not the type of person who takes physical things apart and plays around with them, but I like taking mental ideas apart and playing around with them. That's what appeals to me about what I've spent my life doing."
...sería como la de Gonjasufi. The Pandora's Music Box, mi blog amigo, lanzó una pregunta al realizar uno de sus habituales posts acerca de la sensación experimental del momento: "Pitchfork le acaba de dar 8.4 al reciente álbum de Gonjsaufi y la pregunta que todos se hacen es: ¿se lo merece?" Pues, la verdad, no todos se hacen esa pregunta; yo, en lo particular, me hago otra: ¿acaso no se lo merece?
Prometí hacer la respectiva reseña de tan voceado disco y, aunque no lo hubiera hecho, nada cambiaría mi decisión de gastar valiosos minutos de sueño en hablarles de "A sufi and a killer". Nuevamente nos chocamos con otro debut y esta vez no se trata de una poblada banda, sino de todo lo contrario; estamos hablando del peculiar Sumach Ecks en solitario, quien, no contento con su extraño nombre, decidió crear ese apelativo aún más extraño por el que todos lo conocen. No sé qué significa ni mucho me importa, pues si de rarezas tenemos que hablar, ¿por qué distraernos en semejante pequeñez, teniendo 19 (sí, leíste bien) temas lo suficientemente extraterrestres? Bien, comenzemos.
"A sufi and a killer" es 1 gramo de soul, 2 de rap, 4 de psicodelia y 10 de experimentalidad, todo envuelto en un fino papel blanquecino, listo para fumar o escuchar, da lo mismo. Tú, lector, sí, tú, el zanahoriasa que se atora cuando le dan ganas de fumarse un cigarrito para ser bacán, no pretendas ser más bacán disolviendo esas coloridas estampillas en tu inmaculada lengua, mejor vente un rato y escuchemos "She gone", te prometo que tendrá el mismo efecto; te lo dice el mejor amigo del LSD.
EL TEMA SOLO DURA 2:45, NO 5 COMO NUESTRO QUERIDO YOUTUBE NOS INDICA... YOUTUBE D MI...!
Son 19 temas los que el californiano de cabeza rasta nos inyecta directo a la vena, pero no vayas a creer que el tripsaso dura lo mismo que el interminable viaje de color provocado por alguna sustancia alucinógena; la verdad, muchos de los temas no pasan los 3 minutos y, algunos otros, ni los dos, pero lo interesante de este trabajo es precisamente eso: lo cautivante que ese centenar de segundos puede llegar a ser. Cada tema te transporta a esa vaporosa dimensión donde solo los locumbetas pueden sobrevivir, pero todos lo hacen de una manera distinta: podrás volar con un poco de trip hop o sentir la melancolía con algunos arrullos femeninos; poguear un toque con crudas distorsiones y baterías aceleradas o elevarte al olimpo con una relajada atmósfera. Por último, si me quieres dar la contra y nada de lo anterior te complace, solo presta un poco más de atención a la hipnótica voz del greñudo músico y te apuesto que, luego de un par de frases, tu también le otorgarás los 8 puntos y pico que cierta alabada página le entregó.
Requisitos para disfrutar este LP: abre tu mente lo más que puedas, relájate en un sofá cómodo y trata de no marearte tan rápido, ahh, eso sí, ten cuidado con el bajón.
Yo vengo de un colegio llamado Trilce y la verdad no sé a ciencia cierta por qué desgastaron esa palabra para denominar algo que no lo merece. En estos momentos, de seguro, estás abriendo la página web de la RAE y te encuentras con que "La palabra trilce no está en el Diccionario"; luego de esto, lo más probable es que no entiendas de qué carajos estoy hablando. Pero, vamos, no te aburras ni te pongas a ver MTV, prometo que esto vale mucho más la pena.
El nombre no definía a mi colegio: estudiar no era lo precisamente triste ni hacer nuevos amigos, lo dulce; la gratuidad con que tomaron ese nombre, en mi entendimiento, solo puede obedecer a razones más prácticas: darle categoría a dicha casa del saber; pero mi entendimiento no me dicta la respuesta del por qué esa curiosa palabra no figura en los diccionarios, cuando está tan patente en el mundo y en mi vida. The Irrepressibles son el más reciente ejemplo que he podido encontrar para definir trilce, o mejor dicho, ellos me encontraron a mí; ahora, es el turno de todos ustedes.
Imagínate que estás en un teatro inglés. Presenciarás el debút de una obra musical de la cual no sabes nada más que el nombre: "Mirror mirror". Derrepente se escucha una ovación al unísono, mientras las 9 nóveles figuras encargadas de orquestar dicha obra emprenden su camino hacia un extenso escenario repleto de musicalidad: guitarra, violín, piano, viola y chelo por un lado; contrabajo, oboe, cor anglais (WTF!!), flauta, clarinete y saxofón por el otro. Cada instrumento caprichosamente alineado al costado de su respectivo micrófono, pues, sí amigo, todos los actores, cantan. Ya te imaginarás como se ve ese escenario, tan lleno de objetos y personas, y tan lleno de arte a su vez; sí, quizá te lo puedas imaginar, pero lo que de seguro aún no puedes imaginarte es cómo suenan esos 9 pares de manos cuando realizan simbiosis con su siamés instrumento. No desesperes, lector, que en instantes lo sabrás.
Jamie McDermot posiciona su guitarra en perfecto equilibrio con sus sentidos, prueba el micrófono una, dos veces y ya está listo para empezar la función. "My friend Joe is a crazy bitch..." entona con profunda afinación, mientras el arsenal de musicales armas se meten a sus personajes listas a interpretar su papel. El delicioso violín desprende sutiles escalas que emocionan a cada uno de nuestros nervios; la guitarra, sin chistar, le sigue el juego. El opening de esta gran puesta en escena solo da pie a hacer un comentario: 5 estrellas. El segundo corte, "I'll maybe let you", relaja el éxtasis creado por el tema antes mencionado, claro, sin que eso signifique un descenso en la calidad de "Mirror mirror". Con cada repetición, el coro nos mece en un apacible drama, lo triste del tema es lo bello del mismo. "In your eyes": una pieza sutilmente confeccionada; "Anvil": graciosamente efectiva; "Forget the past": reconfortante y esperanzadora y así podría continuar, anunciando lo que a estas alturas ya es evidente: estamos ante una de las mejores obras que el 2010 nos puede ofrecer.
Luego de una "Transición instrumental", la obra va llegando a su fin. Jamie McDermot, Sarah Kershaw, Jordan Hunt, Charlie Stock, Nicole Robson, Sophie Li, Craig White, Rosie Reed y Anna Westlake se desgarran en cada uno de los segundos que componen "In this shirt", la despedida de la orquesta más extraordinaria que haya escuchado en mucho tiempo. El violín de Hunt y la voz de McDermot se van apoderando del escenario, y, a partir de los 2:24, se convierten en los protagonistas de esa obra de la que no sabías mucho y ahora quieres saberlo todo. En los 3:38, se te empieza a formar una lágrima y a los 4:27, varias ya han dibujado su húmedo camino por tus conmovidas mejillas.
La obra llega a su fin y la audiencia se para y aplaude; tú, el más satisfecho y emocionado de todos ellos, se distingue aplaudiendo con mucha más fuerza. Fueron los 46 minutos más tristes y los más dulces que alguna vez probaste.
Espero que ahora, queridos lectores, la palabra trilce sea tan válida en sus vocabularios como lo es en el mío y se den cuenta que, muchas veces, en los triste se esconde lo más dulce. No pude encontrar tema malo, nota mal puesta, acorde defectuoso ni instrumento mal seleccionado, todo es tan perfecto que evadir esta docena de tracks sería equivalente a afirmarte enemigo de la música. Del teatro al disco, del circo al cielo; The Irrepressibles nos ahoga en un vasto océano de histrionismo y apoteosidad, poniéndonos a flotar en un sueño del que no queremos despertar jamás. Si mi vida fuese la más maravillosa obra teatral jamás creada se llamaría "Mirror mirror" y el dueño no sería yo.
En muchas ocasiones escuchamos la expresión "son unos fueras de serie", "son de otro planeta" o simplemente "no parecen de acá", en el caso de Sig Ragga, no parecen ni de acá ni de ningún otra parte del planeta, sé que esto puedo sonar una verdadera exageración de mi parte, pero la verdad amigos y siempre fieles lectores es que este "pequeño" grupo es poseedor de un talento y una creatividad que pareciera sacada del espacio, tanto así que sus letras son una peculiar mezcla de español y un dialecto inventado y por supuesto entendido sólo por ellos, y que, sin embargo, es muy agradable al oído, prestándose a múltiples interpretaciones.
Sig Ragga nace en Buenos Aires, en el corazón de Santa Fe, con sólidas bases en el reggae, llevando este género mucho mas allá. Sería bastante egoísta encasillar a esta máquina creativa en un solo genéro, pues ellos sin dificultad alguna, juegan entre el reggae, ska, jazz, son cubano, rock, música progresiva con sus toques bastante circenses y no contentos con transmitirnos ya un bombardeo de sensaciones, sus presentaciones en vivo son una demostración de la aguda sensibilidad artística de la que son víctimas y en la cual están envueltos como en una burbuja que los hace volar por nuestras mentes. Actuaciones en vivo! Disfraces! Teatro! una verdadera fiesta psicodélica para nuestras abarrotadas mentes, Sig Ragga hace de la música y sus actuaciones en vivo un especie de tren que viaja en el tiempo con nostros en los vagones, hace de esta una medio por el cual expresar su peculiar manera de ver el mundo, sus letras son una declaración de filosofía y política, todo dicho de una manera muy metafórica y poética, no hay duda de que emanan arte y talento!
En la actualidad tienen un solo disco en el mercado, titulado con el mismo nombre. Dicho material cuenta con doce canciones que trasladan al oyente a una dimensión donde gobiernan las emociones y porsupuesto la música! Sin más que decir, les dejo dos videos de esta genial banda... Escuchen, sientan y vuélvanse música, confundan sus almas entre cada nota y acorde que Sig Ragga no deja tiempo para detenerse y pensar: nos arrastra sin preguntar.
SIG RAGGA son: Gustavo Cortés (voz y piano-sintetizadores), Nicolás González (primer guitarra y coros), Juanjo Casals (bajo), Ricardo “Pepo” Cortés (Batería), Nacho Casablanca (segunda guitarra), Adrián Silva (coros y percusión accesorios), Sesionista en saxo tenor, Sesionista en Trompeta, Sesionista en Percusión.
Wow! Me siento como si estuviera debutando en el mundo blogger, nervioso, con los dedos hiperactivos pero sin mucho rumbo, la verdad he perdido mucha práctica en cuanto al arte de escribir se refiere y no sé si con el transcurso de los posts vaya recuperando la facilidad con la que los creaba; sin embargo, algo que no he perdido ni perderé jamás es el amor por ese otro arte que motiva a este -por segunda vez- novato a sentarse frente a su monitor para convertir en letras su inspiración. Tembloroso y temeroso, allá voy...
Felizmente mi regreso al blog coincidió con el hallazgo de una banda que en sus cortos pero intensos 4 años de trayectoria ha logrado algo muy interesante: ser comparados con tremendos titanes de nuestra música contemporánea como lo son Arcade Fire, Animal Collective o Sufjan Stevens. ¿A quién le gusta que lo comparen? Pues, la verdad no a muchos; pero si se trata de semejante clase de comparación, no creo que los Le Loup se sientan ofendidos siquiera por un instante. ¿Le Loup? Sí, ese es el nombre del sexteto estadounidense que con la perfecta unión de teclados, guitarras, bajo, batería, banjo y una computadora, logran brindarnos piezas de un folk rock indie preciso, destinado desde el primer momento a dejarnos cada vez más enamorados de este poderoso género. Lo que motivó la creación de este post fue, más precisamente, su más reciente disco llamado Family, que de reciente no tiene mucho ya, pues fue lanzado el 22 de septiembre del pasado año; sin embargo, hablar de él es perfectamente válido y ya se darán cuenta del por qué.
El disco se encarga de llevarnos por un viaje de sensaciones en 11 temas, donde las voces aunadas en coros le otorgan a la mayoría de aquellos una de las características que más atraen a los siempre exquisitos oídos de este su servidor. Sin embargo, Family no empieza con el tema más indicado para flechar a cualquier distraído que cayó en la maraña de sonidos de este álbum, "Saddle Mountains" llega entonces como un inicio tenue, que no nos dice mucho aún del futuro del disco; pero, rápidamente, el espacio que el tema antes mencionado dejó vacío, es repletado y rebalsado por la genialidad hecha canción: "Beach Town".
Hace tanto tiempo que no marcaba con tanta alegría en mi eterno Winamp las 5 estrellas que hacían de esta canción mi favorita y, para ser sincero, mi memoria ya estaba olvidando lo que era cruzarse con semejante exquisitez. Como te podrás dar cuenta, intuitivo lector, a estas alturas, lo que menos quería hacer era detener la reproducción de tan dichoso disco, y ansiaba seguir premiando a mis sentidos con más acordes tan bien colocados; no obstante, esto ya no sucedería en la misma medida. Luego de un tema promedio como lo es "Grow", asomaría nuevamente la buena música, esta vez denominada "Morning Song", cuyo inicio, dirigido por el -a estas alturas- típico riff de banjo, nos va relajando y nos va dejando propensos a caer rendidos ante los casi cinco minutos que componen otra gran pieza de los Le Loup.
Si es bueno debe ser porque lleva el más sabroso de los ingredientes que el folk rock puede añadir a sus creaciones: las armonías vocales, las cuales se pueden apreciar en su apogeo alrededor de los 3:17. Luego de escucharlas, uno ya está listo para ampliar su lista de favoritas. Luego llegaría el tema que le da el nombre al disco, razón por la cual genera gran expectativa y nos va predisponiendo a pensar que lo que llegará a nuestros tímpanos será de calidad. No me equivocaba. Con un inicio tenue, relajado y nunca tan maravilloso, el tema va tomando forma progresivamente, hasta que alrededor del minuto 2:16, una peculiar percusión nos va preparando para lo que será el clímax. Finalmente, el tema logra convencer, quizá no lo suficiente como para ser la carta de presentación del presente LP, pero sí lo justo y necesario para ganar mi respeto. 3/4; 3 genialidades en 4 oportunidades, ¿es más de la mitad no? Pero ¿que pensarías si te dijera que, una vez la última nota musical dio su último respiro, mi reproductor mostraba orgulloso 9 de 11? Así es señores, el banquete de "los lobos" tenía muchas sorpresas bajo la manga, destacando de entre ellas:
GO EAST
LA CANCIÓN SOLO DURA 5 MINUTOS ASÍ QUE NO TE ASUSTES! LAMENTABLEMENTE ESTE GRUPO NO ES MUY CONOCIDO Y EL MANOSEADO YOUTUBE ES EL ÚNICO LUGAR DE DONDE SE PUEDE SACAR SU MÚSICA.
NEAHKAHNIE
NO PENSÉ QUE SONARAN TAN BIEN EN VIVO!
De esta manera queridos lectores, han tenido el placer de deleitarse con uno de los mejores discos que los últimos meses del año pasado nos iban regalando; no te confundas, no acabas de oír las apoteósicas obras de los Grizzly Bear ni las siempre bienvenidas creaciones de la "Flota de Zorros", has oído a "los lobos" en la luna llena de su inspiración. Compáralos si deseas, pero no niegues que, parecidos o no a otros artistas, te gustan.
Cuando pensamos que la fusión rock-peruano-andina había llegado a su máxima expresión con esta ola de fusiones y transfusiones que viene golpeando la movida limeño-barranquina-peruano-provianciana, llegó la sarita con esa fuerza casi ancestral, a erotizar nuestras neuronas, a crear una fiesta patronal en nuestros corazones con ese festín de emociones que nos brinda el "Mamacha Simona".
Haciendo un colorido recorido por el Perú, de la sierra a la costa y luego a la selva, desde lo andino hasta lo cumbiambero; hablando de temas que están inevitablemente inmersos en nuestro día a día, solo basta poner un pie en nuestras calles para darnos cuenta de lo que nos habla La Sarita: el racismo y la discriminación se ven claramente plasmados en "Venas Abiertas", una inocente, pero muy válida mirada a la casi inevitable vejez en "Vida Pasajera", nuestra falta de respeto por la naturaleza y situaciones mas ínfimas como nuestra bien criolla fijación por los cuerpos exhuberantes... "Dame dame tu cocona!", "Carnaval" y "Fiesta de Aucará" nos trasladan de inmediato y sin preguntar a nuestros entrañables típicos festivales y celebraciones; por qué no hablar de nuestros queridos, odiados, respetados, criticados pero bien peruanos bricheros, pero, sobre todo, en todas las canciones podemos ver una clara fascinación y respeto por nuestra cultura y nuestro país, logrando hacer que nos enamoremos un poquito más de este pedacito de tierra tan sobrepoblado de diferencias y extravagancias.
Del Rock y Otros Demonios fue concebido por obra y gracia de un sujeto lleno de ideas que un día se despertó con ganas de darles forma de blog, nació de sus dedos inquietos y su amor por la música, de esas ganas que tenía de que todos se enteren que la amaba, del deseo de expresar con unos acordes lo que es inútil anunciar con palabras y de una firme intención que desgraciadamente no creció lo suficiente y que, por el contrario, se fue desvaneciendo; es así que padeció bajo el poder de la holgazanería y la inacción, sufriendo las consecuencias del olvido. Fue crucificado, muerto y casi sepultado, eso sí, no descendió a ningún infierno, solo se quedó por ahí, penando y dando pena, en recuerdos de mala muerte, soñando en lo que pudo haber sido. El sujeto que le dio vida se la arrebató fácilmente, pensando en que su hijo nunca llegaría a ser lo que pensó que sería, y, aunque en dos ocasiones quizo resarcir el daño, volviéndolo a la vida momentáneamente, los intentos siempre fallaban, no pasando de ser absurdos manotazos de ahogado que hundían más a su creación. Pero, ¿Qué pudo haber sido? Lo que ahora será, pues al tercer intento resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y ahora está sentado al costado de Lennon, Mercury y compañía, tan inmortal como ellos, y desde ahí ha de venir a juzgar a los dos artífices de su renacimiento; ¿dos?, sí, ahora la cosa cambia, en Del Rock y otros Demonios ahora existen dos cabezas que piensan mejor que tres y que se encargarán de llevar a cabo ese ideal por el que un día nació el lugar en donde lees estas líneas; en esta nueva etapa, aires nuevos se respiran, aires de cambios y mucha creatividad.
Sí amigo, el inglés es un idioma bonito y elegantón y no me negarás que en más de una ocasión tu también escupes tu "A-Huacho-me-fui" cuando el momento así lo amerita; pero nuestro español es igual de alturado que la lengua ibérica y es por esto que ese amplio espectro musical creado en nuestro idioma, un tanto descuidado por el dueño vitalicio de este espacio, será gratamente cubierto por su nuevo socio, amante del rock peruano y de la música en todo su esplendor, un melómano con las ideas revueltas en creatividad y ganas de zambullirse y bucear entre notas, acordes e historias para luego, una vez empapado, plasmar sus ideas y así hablar sobre lo que más nos gusta en el mundo: la música. Junto a él llegan géneros nuevos a este espacio, tales como el reggae y la fusión, mientras que el rock clásico se enriquece y refuerza su siempre imponente figura. Su misión en este renovado rincón del cyberespacio será poner su granito de arena para que nuestra música tenga el reconocimiento que se merece, porque en el Perú también se hace rock y rock del bueno! Ese demonio, que nos poseyó en algún momento de nuestras vidas, está cada vez cobrando más víctimas en nuestro caótico pero entrañable país. Iremos dando a conocer a lo más representativo de nuestra escena local mediante la sección "Producto Peruano", que se renovará constantemente, tal como lo harán a su vez nuestras otras secciones "Del cine su música", donde se hablará de los mejores soundtracks de las películas más sonadas; ¿Qué hay de nuevo?, donde se realizarán las conocidas reviews a los más recientes lanzamientos independientes; "Desconozco mayormente", donde bandas no tan conocidas pero con gran potencial tienen sus 15 segundos de fama; "Dinosaurios del rock", donde encontrarás posts acerca de los más veteranos pero los más geniales, incluso algunos que, con bastón o sin él, se siguen parando en escena a volar algunas cabezas. Además, se ha dispuesto la división de los posts en 3 grandes grupos de etiquetas: "Tengo el orgullo de ser...", "Rock y otros demonios" y "Protagonistas"; la primera reúne a todos los posts según procedencia, para que todos los que caigan por estas cybertierras endemoniadas se sientan como en casa; la segunda junta a todos los géneros que Del Rock y otros demonios ha tocado hasta el momento y, finalmente, la última sección hace mención a los artistas, los verdaderos creadores de este blog. Con el tiempo se irán agregando nuevas secciones, nuevos elementos, habrá una encuesta semestral donde se elegirá al mejor disco de ese periodo y todos nuestros lectores tendrán la posibilidad de enviarnos sus reseñas acerca de ese disco; la mejor será publicada en este su espacio, cosa que, lógicamente, otorgará a su creador gran reconocimiento y fama mundial.
Cual entrega del Óscar, la alfombra roja ya está tendida, presta para recibir sobre su encendida tela a los protagonistas de esta celebración; Mercury porta su mejor indumentaria, inmaculada y reluciente, distina a los demás como él siempre quiso mostrase; Morrisson cambió los pantalones de cuero ajustados y las poses propias del "Rey lagarto" por un elegante terno, con camisa y corbata blancas, quizá muy sofisticado para un melenudo poeta, pero nunca lo suficiente para la ocasión; Lennon estrena un costoso traje a la medida, de fina tela gris, que va acorde a esos anteojos que ocultan al par de ojos genios, capaces de visualizar lo maravilloso que el mundo podría ser si no fuera tan nuestro; Kobain, más calmado que de costumbre, porta un sobrio smoking oscuro como muchos de sus temas, pero muy personal, como todos ellos; Harrisson no podía faltar, simple y preciso también en su forma de vestir, nos engalana con la fuerte presencia que solo Liverpool podría otorgar y, último pero no menos importante, Barrett, el locón del grupo, dejando los formalismos anticuados y vistiendo su propia personalidad. No lo pudimos convencer de que guarde las formas porque él nos enseño que haciendo exactamente lo contrario uno disfruta más. Todos esperan ya el ansiado momento en que los primeros que desfilarán por esta afamada pasarela bajen de esa infinita limosina. Agárrate fuerte y toma las cosas con calma, hombre, que esto no tiene vuelta atrás.