Querido blog, amigo entrañable, hijo mío, fruto de mi amor por la música y mis ganas de escribir, has soportado sobre tus ciberpáginas decenas de palabras, frases y locuras mías, casi un centenar de posts, varias críticas a discos, a artistas y hasta a la sociedad misma, sarcasmos, ocurrencias, creatividad y aburrimiento, horas de investigación o quizá un arranque de imaginación, buena música, bandas excelentes y un sinfín de cosas más. Tú que has soportado transformaciones irregulares y hasta incompletas en tu fisonomía, más de un intento quizá fallido de realzar tu apariencia con cuanta idea suelta se me venía a la mente: una encuestita por aquí, una seguidilla de imágenes de mis íconos musicales más admirados por allá, o mi humilde dibujo hecho en paint, cuya simpleza es bien suplida por la más grande dosis de buena intención y cariño. Tú que seguramente has sido punto de críticas malaventuradas y desvergonzadas por parte de uno que otro individuo cuya capacidad creativa no va más allá del más burdo "Copy & Paste". Tú que te has visto expuesto a las burlas de aquellos que cuentan con dos, tres o infinitas veces más visitas que tu pujante contador, donde día a día hemos cosechado una a una esas visitas españolas, venezolanas, australianas o suizas con una gran sonrisa, una gran sonrisa ingenua de un novato que no se da cuenta que esa persona solo se cruzó infortunadamente contigo y ni se dignó a leer aquella esmerada verborrea que no podía permanecer más tiempo en mi crespa cabeza; o que simplemente le dio click a DESCARGAR, dejando de lado lo que tú tenías que decir. Indignado al ver cantidades industriales de blogs que solo se dedican a clonar lo que otros han realizado, pero más indignado aún al ver las recíprocas cantidades de comentarios afirmando "qué buen blog" o "gran aporte" cuando la realidad señalaba exactamente lo contrario. Tú que has sido tan injustamente retribuido por tantos y tantas, tenías que ser mal pagado también por tu creador. Sí; por este ser que se dejó dominar tantas veces por la desorganización de un simple horario o por un ligero decaimiento, dejándote en el más cruento olvido, apolillándote y acumulando días de inactividad, abandonándote cual padre desnaturalizado, quizá en venganza de esos que se asustaban cuando veían la extensión de algunos posts; de esos cuyos ojitos eran azotados por mi hemorragia verbal; de esos flojasos amantes de lo fácil. Me contentaba con la idea de que, si una sola persona se había tomado la molestia de leer tus hojas, esa valía por todas las que las habían repelido; pero a veces nisiquiera eso sucedía... Nunca fue mi intención hacerte de lado, querido blog, pero la indiferencia cala hondo.
Es por esto que ahora no hablo de algún nuevo disco, canción o video; por primera vez, este post va dedicado a ti, pidiéndote perdón y con toda la intención de redimir mis errores. Tal vez te sientas triste al saber que no lo haré ahora; pero seguramente esa tristeza se esfumará tan pronto veas que el mes de julio hace su aparición. Es cierto, tengo exposiciones, exámenes, lecturas y demás deberes sagrados que cumplir, pero saldré airoso de todos ellos y te daré color nuevamente, llenaré tus páginas al mejor estilo de este, tu servidor; así nos lean uno o mil, ya no te descuidaré; seguiré fiel a mi modo de trabajo y no venderé mis ideas por un par de visitas más. Seguramente antes de julio se colará una que otra noticia musical, pero el plato fuerte aún se hará esperar; las reviews, secciones y recomendaciones más elaboradas requieren tiempo para ser merecedores del más mínimo respeto y, por ende, no los escribiré solo por cumplir; nunca lo he hecho y no pienso caer en el juego.
Querido amigo, me he confesado por completo ante ti y espero no me guardes rencor; solo te pido paciencia para volver a ser lo que siempre hemos sido: Del Rock y otros demonios.
Es por esto que ahora no hablo de algún nuevo disco, canción o video; por primera vez, este post va dedicado a ti, pidiéndote perdón y con toda la intención de redimir mis errores. Tal vez te sientas triste al saber que no lo haré ahora; pero seguramente esa tristeza se esfumará tan pronto veas que el mes de julio hace su aparición. Es cierto, tengo exposiciones, exámenes, lecturas y demás deberes sagrados que cumplir, pero saldré airoso de todos ellos y te daré color nuevamente, llenaré tus páginas al mejor estilo de este, tu servidor; así nos lean uno o mil, ya no te descuidaré; seguiré fiel a mi modo de trabajo y no venderé mis ideas por un par de visitas más. Seguramente antes de julio se colará una que otra noticia musical, pero el plato fuerte aún se hará esperar; las reviews, secciones y recomendaciones más elaboradas requieren tiempo para ser merecedores del más mínimo respeto y, por ende, no los escribiré solo por cumplir; nunca lo he hecho y no pienso caer en el juego.
Querido amigo, me he confesado por completo ante ti y espero no me guardes rencor; solo te pido paciencia para volver a ser lo que siempre hemos sido: Del Rock y otros demonios.